PROYECTO: La Enlozada – Bienestar para Arequipa

EMPRESA: Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A

CATEGORÍA: Minería

SÍNTESIS:

Cifras de la Organización de las Naciones Unidas afirman que más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación. Esto genera graves impactos en el medio ambiente, y, por tanto, en la salud de la población, expuesta a enfermedades diarreicas y otros, por falta de higiene. Este dato también nos muestra un déficit en cuanto a infraestructura de saneamiento y gestión sostenible de los recursos hídricos. En un escenario de este tipo, se espera que los actores sociales pertinentes apuesten por la innovación en sus operaciones planteando soluciones viables a esta problemática. Como es evidente, son necesarias también las alianzas que garanticen la sostenibilidad de estos planteamientos, con la participación del Estado, la empresa y la sociedad civil.

Cuando Cerro Verde decide construir el Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, lo hizo pensando en una alternativa que genere valor para la población. El problema de contaminación que tenía el río Chili afectaba gravemente la salud y el bienestar de los arequipeños (ODS 3). Mediante un convenio con Sedapar y en acuerdo con autoridades de Arequipa y la sociedad civil, Cerro Verde se comprometió a financiar íntegramente La Enlozada, obra que finalmente fue puesta en operación en 2016 (ODS6). El modelo de trabajo es una innovación en el sector minero, ya que por un lado aborda una seria problemática social, a la vez que aprovecha el agua residual tratada para ser usada en las operaciones (ODS9). Es un ejemplo de alianzas para el desarrollo, planteándose acuerdos con organismos del Estado y sociedad civil para generar consensos (ODS17).

Con La Enlozada ha ganado Arequipa, impactando de manera positiva en le salud, la agro exportación, el turismo y el bienestar en general.

ANTECEDENTES:

Se estima que el río Chili recibía durante su recorrido descargas de hasta 35 fuentes, provenientes de diferentes tipos como industrial (3%), agrícola (32%) y doméstico (65%). Esto último implicaba que casi dos tercios de las fuentes del río eran los desagües de la ciudad, que eran vertidos sin tratamiento alguno, contaminando así la principal fuente de vida de Arequipa. Estudios de la época confirmaban que el agua superaba largamente el 1 000 000 NMP/100ml de coliformes fecales, cuando el límite permitido es solo de 3000 NMP/ 100ml.

Esto explica que DIGESA haya estimado que los arequipeños consumían 500 gr aproximadamente de heces fecales al año, pues ingerían productos de tallo corto crudo cultivados en las áreas agrícolas regadas con agua contaminada del río. El daño para el productor agropecuario se evidenciaba en su imposibilidad de exportar, ya que los productores no alcanzaban estándares de calidad y salubridad mínimos. No solo eso, es sabido que el agua del Chili también era utilizada para consumo humano, sobre todo en la cuenca que va hacia el distrito de La Joya. En épocas donde la temperatura aumentaba, los problemas por enfermedades gastrointestinales se agravaban.

Así, existía plena conciencia de que la contaminación del río Chili era un problema grave que impactaba en la salud y en la calidad de vida de toda la población. Las autoridades de la época plantearon diferentes alternativas para construir u sistema de tratamiento de aguas residuales, pero que fueron siendo postergadas por su inviabilidad técnica, económica y social. Por ejemplo, el proyecto para el tratamiento de aguas residuales en Pampa La Estrella fue descartado por ubicarse en zonas de aguas con restos arqueológicos, además de estar muy cercano a asentamiento humanos. Otro proyecto, ubicado en la zona de los Tunales, no contaba con la licencia social de la población de Tiabaya y Uchumayo. Ambos proyectos tampoco tuvieron el presupuesto suficiente para su ejecución.

Es a partir del proyecto de expansión de la Unidad de Producción Cerro Verde que se presenten una solución al problema. En acuerdo con autoridades y sociedad civil, se planteó que la planta se ubique en la zona de la quebrada Enlozada, ubicación óptima por no existir actividad agrícola y en cuya área el Batolito la Caldera (cadena montañosa) crea una barrera natural que separa dicha ubicación de los poblados más cercanos. Asimismo, mediante un convenio marco y siete convenios específicos firmados con Sedapar, se acordó que Sociedad Minera Cerro Verde asumiría el costo total de la construcción del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada así como su operación y mantenimiento durante 2 años a partir de su puesto en funcionamiento. A cambio, sus operaciones podrían tomar 1m3/s en promedio anual de agua residual tratada, devolviendo el excedente al río Chili con agua apta para la agricultura.

OBJETIVOS:

• Contribuir a la recuperación del río Chili mediante el tratamiento de los desagües de la ciudad, devolviendo el agua residual tratada aptada para la agricultura.
• Garantizar agua residual tratada suficiente para ser usada en el proceso productivo de la expansión de la Unidad de Producción Cerro Verde.

RESULTADOS:

El proyecto presenta dos tipos de resultados. Por un lado, sus beneficios para la viabilidad de la expansión de la Unidad de Producción Cerro Verde, y por otro, sus múltiples impactos sociales. La incorporación del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales en el proceso productivo de Cerro Verde ha permitido el incremento de la producción en 600 millones de libras de cobre y 15 millones de libras de molibdeno al año, aumentando la cantidad de producto vendido. Asimismo, Sociedad Minera Cerro Verde encabeza el ranking de producción de cobre a nivel nacional con 494 000 TMF (Toneladas métricas finas) producidas en 2018. Se puede observar cómo esta producción se incrementa a partir del año 2016 (522 134 MTF) con respecto al año 2015 (255 917 TMF), debido a la producción que reporta la Expansión de Cerro Verde a través del funcionamiento de su nueva Concentradora2, que se abastece de las aguas residuales tratadas por la Enlozada.

En cuanto a sus impactos sociales, es innegable el impacto positivo que La Enlozada ha tenido en el ambiente, agricultura, salud y bienestar en general de toda la población de Arequipa. Por ejemplo, en el campo de la salud, los casos de Gastroenteritis y Colitis de origen infeccioso reportan una disminución del 17% en el distrito de La Joya, donde las aguas del río Chili eran consumidas directamente por la población.

Por otro lado, solo entre los años 2016 y 2017, las agro exportaciones arequipeñas han tenido una variación positiva de 114% según cifras del BCR. Uno de los impactos más importantes en la agricultura es la mejora de la calidad del suelo de los predios de cultivos que eran regados con aguas contaminadas del río y que ahora son regados con agua de mejor calidad, generando un aumento significativo en el valor de las tierras agrícolas, ya que su precio por hectárea se ha incrementado.

En el caso del ganado vacuno, se veían constantemente rasgos de infección debajo de su boca, síntoma típico de parasitismo en vacunos. Estos parásitos radicaban en las alfalfas y pastos ubicados al borde del río Chili, los que eran comidos por el ganado, produciéndoles parasitismo. El resultado de tener cabezas de ganado con parásitos es la disminución en la producción de peso en vaquillas, ternero, vaquillonas y toretes. El porcentaje de parásitos ha disminuido en un 50% debido a que el principal inoculo era el agua de desagüe.

Otras actividades económicas impactadas son el turismo, mediante la constitución de la “Mancomunidad Municipal Turística Los de la Chimba Del Valle del Chili Arequipa”, conformada por las municipalidades de Uchumayo, Tiabaya, Sachaca, Cayma y Yanahura, cuyos alcaldes están promoviendo proyectos que impacten positivamente en la ciudad de Arequipa.

Finalmente, el ecosistema se viene recuperando de manera paulatina, lo que se evidencia en que la vida ha regresado al río, con especies de ranas y bagres.